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Creo que le pregunté: “¿Me gusta la música? ¿Sí?”. Me contestó: “Sí, obviamente. Tendrás que hacer algo al respecto. Si no, cuando tengas , lamentarás no haberlo intentado”. Tenía años. Fui a la audición, y luego me llamaron y me dijeron: “¿Puedes venir a Corea en dos meses?”. Entonces, mi vida cambió. Dejé la escuela. Dejé la escuela en Australia. Nunca me había imaginado vivir lejos de mi familia. No había pasado más de dos semanas fuera de casa. Fue. ¡Dios mío! Voy a llorar. Voy a llorar. Sí. La primera noche, todos estaban en la misma habitación. Todos dormían. Ella había traído una guitarra de Australia, y le dije: “Toca algo para nosotros”. Éramos nosotras cuatro. No sé por qué, pero éramos nosotras. Cantamos hasta la mañana. Las cuatro cantábamos. Alguna armonizaba. Creo que era Jisoo. Fue muy gracioso. ¿Pueden creerlo? Mis ojos. Mis ojos. Es muy bonito. Ven, párate aquí. Uno, dos. Qué linda. Quiero ver. Después de mis clases de coreano en el quinto piso, iba al sótano en ascensor. Y había una chica. con el cabello corto, recogido. Era algo raro. Estaba nerviosa. Seguro que estabas nerviosa. Y pensé: “¿Una chica nueva?”. Yo era tan. competitiva. Sí. Competitiva. Es muy competitivo. Todo era muy competitivo en ese momento. Ella me creía competencia, y yo me sentía intimidada. Todos eran muy buenos. Teníamos la misma edad. y teníamos gustos similares. Las dos éramos de otro país, nos resultaba difícil, confiábamos la una en la otra. Nos volvimos dos gotas de agua. Éramos como gemelas de verdad. Muchos días salíamos y usábamos la misma ropa. Y en nuestros días libres, siempre estábamos juntas. Ella empezó a tener acento australiano. A veces todavía lo tiene. No. Sí. No. Ni siquiera sé decir. Nunca pensé que viviría en Corea. Y de repente, a los años, Corea era mi hogar. ¿Fue difícil para ti? Claro. ¿Aunque me tengas a mí? ¿A ti? Tú no ayudas mucho. Es broma. Sí. Yo crecí con una hermana. Y ahí no tenía una hermana. Pero estaba Lisa. Cuando la estaba pasando mal, miraba a Rosé y ella estaba igual. Pensaba que estaba muy triste, pero te miraba y decía “bien”.
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