RPP Noticias (Lima) Escucha en vivo

Escuchá RPP Noticias (Lima) Radio Online, Emisoras De Radios Peru, La calidad y la emisión continua.

Sus comentarios son aceptados.

¿A qué ha venido? Me dirijo a usted, señor, Realmente no tengo ni idea. Siempre tengo buenas intenciones y se vuelven en mi contra. Como el mártir de ese cuadro. Preguntaré al juez militar por ti. ¡Retírate! Švejk no está aquí. ¿Qué demonios hay en estas estanterías? ¡Si al menos tuvieras una botella en cada una de ellas! Podríamos bebérnoslas en orden alfabético Hay tanto desorden en estos archivos, tal caos. Hola, Teniente y juez militar Bernis al habla. Capitán, me gustaría saber si tiene el expediente. de un hombre llamado Švejk. ¿Se supone que debo tenerlo? Qué raro. Disculpe, lo siento. A mí también empieza a interesarme, qué pasa con este tipo Švejk. Quien busca, encuentra. La misericordia de Dios es infinita. -¿Y a las cartas, juegas? -Bueno, no tengo suerte estos días. -Pero sé que una chica, te digo, ella es tan. -Necesito un sirviente. Bueno, aquí tienes, aquí está Švejk. Justo encima de los expedientes, además. -Lo siento, querido padre, esto no servirá. -¿Qué hizo? -No, pero mira: ha sido ejecutado. -Tonterías, acabo de hablar con él. -¿Y para qué está aquí? -Él mismo no tiene ni idea. Eso es lo que dicen todos. Alguien ha traspapelado los archivos. Pero, ¿qué hacemos ahora? Bueno culpe a otro por el expediente de Svejk. Eso será difícil. Qué pena. Mañana voy a dar una fiesta, habrá bebidas, mujeres. Vas a venir, ¿verdad? Bueno, por ser usted, Padre, se lo concedo. ¿A quién saludas todo el tiempo? Toda esa gente son conocidos míos. -¿Eres de Praga? -Sí. -¿No nos darás esquinazo? ¡Por supuesto que huiría a la primera oportunidad! Y ¿por qué iba a escapar? Es casi libre, ha salido de la prisión militar. -¿Y qué llevas en el bolsillo? -Bueno, no lo sé. Ya ves, no lo sabes y vas hablando. ¿No sabes por qué te estamos llevando al capellán del ejército? -Para confesarme. -¿Qué, para confesar? -Sí, me van a colgar mañana. -¿Colgarte? Siempre lo hacen así. Lo llaman consuelo espiritual. Bueno, vamos. ¡Alto! ¡Solo para militares! Por ahora. ¿Qué tal si quitamos esas bayonetas? Después de todo, es uno de los nuestros. ¿Pero cómo? -¡Alto! -¡No seas tonto!