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¡huele a cementerio! ¡Pues recuérdalo, imbécil! Un momento. Ya voy. Ahora verás todo un espectá. El capellán suele estar borracho. ¡Atención! Que todos me sigan en las oraciones. Repitan lo que yo diga. ¿Qué domingo celebramos? Veo que todo es inútil. Harían bien en fusilaros a todos. Insisto en ello desde este lugar sagrado, inútiles, pues vosotros vaciláis en dirigiros a Cristo. y preferís ir por la espinosa senda del pecado. Quisiera insistir, allí atrás se está sonando alguien. ¡No sois caballos y tampoco estáis en un establo! Sargento, ¿no nota nada? ¡Recuerden que son soldados y no malditos civiles! Dirigid vuestra vista más allá, a lo alto, a las celestiales lejanías. y sepan que aquí todo dura muy poco. Bien, ¿dónde me había quedado? Dios es misericordioso, pero sólo para con la gente decente, y no àra una banda de canallas que no hacen caso de las leyes de Dios ni al reglamento del ejército. Ni siquiera sabéis rezar, os pensáis que ir a la capilla es una broma, un teatro. ¿Lo oís los de ahí abajo, los de los calzoncillos? Le informo, señor, que le escuchamos. ¡Algún día os acordaréis de mí, y sabréis que mis intenciones eran buenas! Todos debierais tomar ejemplo de este hombre. ¿Qué hace? ¡Está llorando! No llores, te digo, ¡Basta! ¿Quieres corregirte? ¡No es un trabajo fácil, muchacho! Ahora estás llorando, pero cuando vuelvas a tu celda, serás tan piojo como antes. He terminado, holgazanes, por favor, ¡compórtaos correctamente durante la misa! No como la última vez, cuando algunos de los de atrás intercambiaron ropa de gobierno por comida. ¡Descansen! Luz de estrellas, brillo de estrellas, guíanos por el mar, por tu luz, por tu vista, ¡condúcenos a los santos pastos! Cuando flaqueamos, cuando tropecemos, ayudarnos a recuperarnos, cuando seamos tentados. ¡De modo que aquí está! Es la primera vez que alguien derrama una lágrima durante mi sermón. Admítelo, canalla, ¡has llorado sólo por diversión! Le informo, señor, que realmente. sólo lloraba por diversión. Vi que lo que su sermón necesitaba era un pecador reformado, e intenté complacerle. Empiezas a gustarme.