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¡Un minuto! ¡Hay un lío! Decía que estaba interesada en los pastos y la llevé a verla. Me dijo que le gustaría trabajar para nosotros. De acuerdo. Me gusta la idea, pero ¿es una mujer en las montañas una buena idea? Es una que sabe cómo hacerlo, y tiene la cabeza dura. A mí me lo pareció. ¿Cómo? A mí me lo pareció, ¡sí! ¿Y? Lo que no sé es como son las cosas entre vosotros. ¡Oh! No hay nada entre nosotros. ¿Seguro? No hay nada entre nosotros, sólo somos amigos. ¿Seguro? Sí, desde luego. Ah. Sí. No, en serio. De acuerdo, nos vemos. ¿Eh? Nos vemos, adiós. Es muy delicada. ¿De verdad? Primero, tienes que hacer que se relaje. Ah, aquí estamos. ¿Qué pasa? Dijiste que necesita relajarse. ¿Hmm? Ah. Hemos tenido suerte. Creo que le gustas. Sí, está saliendo bien. Hola. Por la mañana. Oh. Te ayudaré. ¡Eh! ¡Eh! ¡Eh! Vamos. Muy, muy bien. Actuaré como guardián lateral. ¡Vamos, vamos, vamos! Vámonos. Vámonos. Vamos. ¡Vamos! ¿El estómago del ternero? Sin esa pieza, el queso no existiría. Imagínate quién lo ha descubierto. El hombre salvaje. ¿”El hombre salvaje”? Parte hombre, parte animal y parte árbol, como yo. ¿Cómo se dice en dialecto? “Omo servadzo”. “Omo servadzo”. ¿Y la mujer “servadza”? Es fantástica. Es fuerte, nunca se cansa. También se ocupa de las cuentas, Gracias a Dios. Odio esas cosas. Incluso baja los libros. ¿Incluso? ¿Por qué no los traes? No. El montañero está en las montañas. La mujer del alpinista sube y baja. Lo siento. ¿Cómo? Ojalá hubiera podido pasar más tiempo contigo. Nunca me voy de aquí. Las cosas cambian. Hmm. Te espero fuera. Para Bruno no hubo ni sábados ni los domingos en los pastos de las montañas. Aunque llevara mucho tiempo, persistió en ordeñar las vacas a mano. Había un camino correcto en su vida para hacerlo todo. El verano siguiente, Lara estaba embarazada. La vi apacentando las vacas, solo, en el viento, con barriga redonda y tobillos gruesos. Cada vez más una criatura de la montaña. Al año siguiente se fue a pastar con una niña en brazos. Aunque Bruno y Lara siempre me invitaba a parar allí, algo me empujó saludar a esa familia y tomar el camino de la Barma.