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Senadores. Roma saluda a su nuevo emperador. Sus leales súbditos le dan la bienvenida, Alteza. Gracias, Falco. Y en cuanto a los leales súbditos espero que no hayan sido muy caros. César. Graco. Roma se regocija con su regreso, César. Hay muchas cuestiones que exigen su atención. Orden. Orden. César, para su guía, el senado ha preparado una serie de protocolos para comenzar a tratar los muchos problemas de la ciudad. Comenzando con la sanidad básica de la zona griega el combate contra la peste que está surgiendo allí. Así que si el César ¿No ves, Graco? Ese es el gran problema, ¿no? Mi padre se pasaba todo el tiempo estudiando. Con los libros y aprendiendo filosofía. Pasó las horas de su ocaso leyendo pergaminos del senado. Y al mismo tiempo, se olvidaron del pueblo. Pero el senado es el pueblo, señor. Elegidos entre el pueblo, para hablar en su nombre. Dudo mucho que el pueblo coma tan bien como tú, Graco. O que tenga una amante tan espléndida, Gayo. Entiendo a mi propio pueblo. Entonces, quizá el César sea tan amable como para enseñarnos. De su propia y vastísima experiencia. Lo llamo amor. Yo soy su padre. El pueblo es mi hijo. Lo abrazaré, estrechándolo contra mi pecho. ¿Alguna vez ha abrazado a una víctima de la peste, señor? No, pero si vuelves a interrumpirme, te aseguro que tú lo harás. Senador, mi hermano está muy cansado. Déjeme su lista. El César hará todo lo que Roma necesita. Señora mía, como siempre, un solo gesto suyo impone obediencia. ¿Quién se atreve a sermonearme? Cómodo, el senado tiene sus costumbres. ¿Qué costumbres? Lo único que hacen es hablar. Deberíamos ser tú y yo. Y Roma. Ni lo pienses. Siempre ha habido un senado. Roma ha cambiado. Para gobernar un imperio se necesita un emperador. Claro, pero déjale al pueblo sus ¿Ilusiones? Tradiciones. La guerra de mi padre contra los bárbaros Él mismo lo dijo: No logró nada. Pero el pueblo lo quería. El pueblo siempre quiere las victorias. ¿Por qué? Ellos no vieron las batallas. ¿Qué les importa Germania? Les importa la grandeza de Roma. La grandeza de Roma.