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Sr. Jusserand. Quiero creer que esa sandez no ha sido premeditada. Pero podría Vd. pensar antes de hablar. Habría evitado un cero, que asesta a su nota media un golpe importante. Este hombre ruin jamás tendrá la aprobación de su consciencia. Así, atormentado día y noche, pálido, flaco y agotado, para recobrar la paz y la alegría, distribuirá entre los pobres toda su fortuna, porque habrá comprendido que «Bienes mal adquiridos a nadie han enriquecido». ¡Bien! Y que «El dinero no hace la felicidad». Perfecto. Veamos ahora el destino del hombre honesto. Sr. Trampouse, ¿cuál es el estado de ánimo de un hombre honesto tras trabajar? ¿Está cansado? ¿Qué os he dicho veces? ¿Trabajar es cansado? Trabajar no cansa a nadie. Cansa la ociosidad, la madre de todos los vicios. Perfecto, Sr. Bertin. Tendrá un . Si este hombre honesto es cajero, aun en un gran banco, hará sus cuentas con escrupulosa minucia. Y su patrón, encantado, le aumentará el sueldo todos los meses. Si es comerciante, rechazará los beneficios excesivos o ilícitos. Será recompensado con la estima de los que le conocen, y así, con su confianza hará prosperar los negocios. Si una guerra estalla, irá a enrolarse en el ejército de su país. Y si tiene la suerte de ser gravemente herido, el gobierno le honrará con una condecoración que provocará la admiración de sus conciudadanos. Todos los niños le saludarán sin conocerlo, y a su paso, los ancianos dirán Salga de inmediato. No soy yo, señor. ¿No es Vd? ¡Levántese! Aquí está el instrumento. Sr. Séguédille, está claro. ¿Toma Vd. mi bondad por debilidad? ¿Mi paciencia por ceguera? Sepa, Sr. Séguédille, que mano de hierro en guante de seda. Y si continúa con su mala fe, le haré añicos. ¿Adónde va? Afuera. ¡No! Quédese ahí. A la vista de sus camaradas, que le juzguen severamente. Y al final de la clase, decidiré su destino. Hasta entonces, le condeno a la incertidumbre. Tras este penoso incidente, señores Sr. Topaze, la Sra. Baronesa Pitart-Vergniolles desea hablarle. Pero, Sr. director No me discuta. Niños, pueden ir a jugar. He prevenido al Sr.