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No es de las que deja pasar una oportunidad así. En el fondo es Seamos generosos. Beneficiémonos del ejemplo de un personaje como McNellis. Incluso ha olvidado a Bertha, ahora que se va a París. Y hablando de McNellis y París, el vividor insinúa que allí dormiremos de maravilla. Ve a tu lecho sedoso. Los dos lo necesitamos. Venga, te arroparé. Vamos, Neddie. Soy idiota, Jeff. Te lo juro, Neddie. Palabra de honor. Espero no verla nunca más. Gracias, Jeff. Siento ser tan tonto. Olvídalo. Buenas noches. Buenas noches. Sí, es el mismo perfume. ¿No me esperabas? ¿Estás loca? Venir a mi habitación a estas horas. Claro que he venido. A estar contigo. Es donde debo estar. No puedes. Pero he venido. ¿Por qué? Qué pregunta. Lo nuestro se ha acabado. ¿Estás seguro? ¿Por eso hacías las maletas, para huir de mí? Ya lo tenía planeado. ¿Por qué? Te pertenezco. Y estoy aquí. Te suplico que te vayas. No me iré. Pero si quieres, llama a los sirvientes y cuéntaselo. Que me echen. ¿Llamo? No. Despertarás a todo el mundo. ¿Por qué no? No me avergüenzo. ¿Y tú? ¡Alva! Perdón. Neddie, lo siento muchísimo. ¿Lo sientes? Ya lo creo que lo sientes. Sientes que te haya sorprendido. De ella, me lo esperaba, pero de ti Escúchame. ¿Por qué debería escucharte? Me has mentido desde el principio. Por eso me has echado de tu cuarto. ¡Qué truco tan miserable! Me aconsejas angelicalmente. Me juras que no volverás a verla. Y entras a hurtadillas Eso no es cierto. ¡Cállate, mentirosa! Reserva tus labios para el primero que Cálmate. No me des órdenes, estoy harto. Mentiroso, hipócrita. No, por favor. Aparta. No me vengas con juegos que aprendiste en brazos de otros. Una vez te amé y, ahora, al recordarlo me siento sucio. Y no podré quitarme nunca ese sabor. No eres más que una cual ¡Vete! Debería mataros. ¡Suéltala! Debería mataros. Venía del vestíbulo. No sé qué ha sido, pero ¿Qué ha pasado? No permitiré que convirtáis mi casa en un campo de tiro. ¿Habéis bebido? ¡Thomas! ¡Qué casualidad verla aquí! Quiero una explicación, capitán Roberts. Quizá usted, madame Sangrito. Ha sido un accidente. Tenía la pistola ahí y Neddie disparó por error. Menos mal que nadie ha salido herido. No seas . Un accidente, ¿verdad? Yo lo llamaría pésima puntería. Mi cuadro preferido de Penwell. Me parece bien que vayas por ahí con una pistola, pero un Penwell es un Penwell. Tienes que entenderlo. ¿Qué pretendías? Lo siento mucho, señor. ¡Lo siente! Eso no va a devolverme a Bonnie Bluebell. Ha sido un accidente. Puedo explicarlo. Y esta mujer en su habitación, ¿también es un accidente? Quizá pueda explicarlo. Pues sí. Yo puedo explicarlo, Lady Alice. La culpa es mía. ¿En serio? ¿Recuerda la historia de la cena? ¿La que conté yo? No, la que contó el Sr. Nichols. Sobre los dos oficiales que estaban enamorados de la misma mujer. Paparruchadas. No exactamente. Los dos oficiales son el capitán Roberts y el Sr. Nichols. Ya me lo imaginaba. ¿Recuerda que se jactaron de que la amistad entre dos hombres puede ser más importante que el amor de algunas mujeres? Quería ponerles a prueba, ver si esa amistad perduraría en presencia de la mujer.