Los 40 Tijuana 107.7 Fm Escucha en vivo

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Ayer por la tarde les trajeron la leña y se la dejaron en la calle, al lado de la cerca. Cuando Aga Geork lo vio, él se enfureció, y dijo: Carga con la leña y Ilévala al cobertizo, así lo hagas toda la noche. No pude hacerlo, ni siquiera arrastré la mitad. ¿Tengo que derrengarme o qué? Lo dejé todo y vine corriendo. ¡Ah! Vardó, todos tus esfuerzos fueron en vano. La alegría no es para nosotros, y el Dios de los cielos no es para nosotros. No murmures en contra de Dios, Pablo. Alguna vez, él mirará desde allá arriba a tales como nosotros. ¿Acaso debe desanimarse un hombre que tenga dos hijitas tan bonitas! Si no es hoy, será mañana, pero ellas dejarán atrás a los niños del zar. Luna, ¿por qué me miras tan enojada? Eres fría y hermosa. No comprendes mi tristeza, ni entiendes mi pesar. Lo mejor es que alumbres mi camino, aparta de mí tu mala mirada. ¿Qué hacer? He de cometer un pecado, para hacerles un bien. Tus rayos de luz fría no puede secar las lágrimas humanas. Vale más que te escondas tras las nubes, no me traiciones. Escóndete y no me preguntes, Por qué cometo ese pecado. Y si Dios me hiciera responder por él, No me justificaré. ¡Maró, despiértate! ¡Mira! Han encendido el fuego en la estufa. ¡Qué bien arde! ¡Qué bueno! ¡Como calienta! ¡Mira, ha caído mucha nieve! ¡Qué hermosura! ¡Y la carreta de papito está llena deleñosl! ¡Alcanzará para todo el invierno! ¡No pasaremos frío! ¡Qué alegría! Papá nos ha traído leña. ¿Quién más tiene un padre así? ¡Cuanta luz! ¡Como calienta aquí! ¡Qué alegría! ¡Papá, la leña ha traído! El frío no nos hará temblar. El fuego de la leña nos va a calentar, y su crepitar llegará a nuestros oídos. Ioh. Papito querido! ¿Quién necesita troncos aserrar? ¿Quién se los va a cortar? De roble, de ojaranzo, de pino y de álamo, ¿En cuatro partes? ¿Por la mitad? ¿Quién es? — Soy yo, la lavandera Vardó. ¡Vardó! ¿Eres tú? Buenos días. — Pasa. ¿De dónde vienes? ¿Qué viento te ha traído? ¿Qué es eso? ¿Has capturado un pajarito? ¿Dónde lo cogiste? — En la carnicería. ¿Es cierto? — Lo juro por Dios. Entré al puesto del carnicero y no había ni un alma. El diablo de Mijak dormía tras el mostrador y yo lo cogí. ¡Oye, mantén la boca cerrada! Si no se enterará la comarca entera. ¡Vaya, Vardó! ¡Resulta que tienes manos de oro para todo! ¡No lo sabía, por dios! Vardó, yo creía que solo sabías lavar y azular. ¿Cuánto te debo? Dame lo más que puedas, no me ofenderé. Dos rublos. Este es el cuarto que compro hoy. ¿A dónde te lo llevas‘? — Lo devolveré a la carnicería. ¡Suéltalo! Te daré kópeks más, y punto! rublos. — ¿Adónde mira la policía! ¡Es la primera vez en años que me piden tanto por un ternero! ¡ rublos! Añadiré rublos y compraré una pelliza, hace mucho que sueño con hacerlo. Además, hoy tengo que ir a las montañas. He comprado ganado, hay que pastarlo. ¿Qué tipo de pelliza quieres? Quiero una buena. Es posible comprarla por diez rublos o por veinte. ¡Ah! ¡El señor Geork tiene una pelliza tan bonita! Yo daría rublos por una así. ¿Y no vas a regatear! Lo juro por los restos de mi padre, ni pensaría hacerlo. Está bien, basta de hablar de la pelliza. Volvamos a nuestro ternero. Bueno, te daré tres rublos. ¿De acuerdo? Estás vendiendo algo ajeno, así que no pierdes nada. Dije que rublos. Si no me los pagas, me lo llevo. ¡No lo toques! Sólo repites: rublos, rublos Radio Eso es un robo. Oye, despojado, dame un cuchillo. ¿Qué cuchillo? ¿Para qué? ¿A quién hay que darle un cuchillo? Panques, ¿Crees en Dios? Pues, sabrás: Si compras algo robado, dale una parte al necesitado. Bueno, el hígado o el bazo. Cuando pase por al lado de la iglesia, a cada mendigo daré su pedazo. Les diré: Panques lo envió, coman, buen apetito. Así harás bien dos veces, les Ilenarás el estómago y salvarás tu alma pecaminosa. Gracias, buena moza. ¡Qué mujer! ¿Quién creerá que Panques se olvidará de su interés! ¡Que da limosna a los pobres, aunque a veces, les cobre! No te enojes, mi pajarito, si mañana habré cambiado. Vivir ricamente necesito, ¡Compro y vendo lo deseado! Tamró! ¡Qué rico huele aquí! ¡Qué rico! ¡Tendremos un almuerzo muy sabroso! ¡Sabroso, sabrosísimo!